martes, 16 de noviembre de 2010

Pequeño pesar


Como una suave ola, viniste a irrumpir mi calma.

Como la brisa que te despeina, has descontrolado mi espacio.

Todo anda dándome vueltas, como si una noria fuera el mundo.

Todo pasa deprisa, como si un huracán fuera mi tiempo.

Pues, ya no tengo en mi mente: tiempo, ni espacio. Sólo existe el caos de tu imagen.


Sentimientos contradictorios, exasperantes y frustrantes,

que dan paso al agotamiento exhausto y a sueños delirantes.

Saber cual sería la respuesta, daría fin a esta torpeza.

Pues la causa está más que perdida, empezando por la agonía.


Sólo puedo espera que la ola, de paso al mar bravo.

Que la brisa sea reemplazada por un tornado,

y que éste, ensordecedor me despierte.

Que las nubes cuando derramen su peso de dispersen

junto con las lágrimas en mi lecho de muerte.